Políticos estadounidenses demuestran un triple desconocimiento en relación a Israel y Gaza.
El primer ministro israelí, Benyamin Netanyahu, utiliza la situación actual como un instrumento para su supervivencia política.
La plataforma dada a Netanyahu muestra una indiferencia respecto a la tragedia en Gaza.
El Partido Republicano muestra más interés en dificultar a sus oponentes demócratas que en defender los verdaderos intereses de Estados Unidos.
La política extremista de la coalición israelí es incompatible con la postura oficial de Washington.
Joe Biden tiene una oportunidad histórica para alinear sus palabras y acciones.
Conclusión: La postura de Estados Unidos frente al conflicto israelí-palestino, especialmente su respaldo a Netanyahu a pesar de sus acciones en Gaza y Cisjordania, contribuye a una imagen negativa global y no refleja los intereses estadounidenses. Es necesario que la administración actual muestre una respuesta activa contra estas acciones.