Se perciben amenazas para el Occidente, en especial la creciente influencia de la extrema derecha.
Muchos temen la reelección de Donald Trump debido a la desestabilización política, económica y social.
Se ve una tendencia creciente y preocupante hacia el nacionalismo extremo en Europa, lo que podría llevar al debilitamiento de la Unión Europea y sus valores.
Existe un preocupante nivel de complacencia y negación acerca de la amenaza que representa la extrema derecha.
Hay una banalización de la xenofobia y el racismo, que amenaza los fundamentos de la democracia.
La expansión de los partidos nacionalistas en el poder aumenta la amenaza de la desintegración de la Unión Europea.
Conclusión: La encrucijada política que enfrenta Occidente es clara: se necesita un firme rechazo de las políticas extremistas y una reafirmación de los valores democráticos para evitar un mayor daño a nuestras sociedades.