La disponibilidad y la calidad del agua son ahora cuestiones críticas para la salud, los ecosistemas y la actividad económica en Francia y muchas otras regiones del mundo.
Los efectos del cambio climático y una mala gestión ambiental local están impactando negativamente la calidad del agua.
Los daños son visibles, como inundaciones en el Norte de Francia, y también invisibles, como la contaminación con pesticidas.
Alrededor de un tercio de la población recibe agua que ya no cumple con los criterios de calidad debido a residuos de pesticidas.
El gobierno se ha rendido a tomar medidas a largo plazo, y parece no comprender ni la magnitud ni la naturaleza del problema.
Conclusión: El análisis destaca la urgencia de la gestión sostenible del agua en Francia, subrayando el impacto perjudicial del cambio climático y la mala gestión local del medio ambiente. Se hace hincapié en la necesidad de medidas efectivas a largo plazo.