Han pasado seis meses desde los asesinatos en masa de civiles israelíes perpetrados por Hamás.
Israel está llevando a cabo la guerra más larga, mortífera y destructora de su historia, en Gaza.
La respuesta desproporcionada de Israel a la violencia de Hamás ha borrado la diferencia entre milicianos y civiles.
La utilidad de la inteligencia artificial en la identificación de objetivos humanos ha resultado problemática.
El primer ministro Benjamin Netanyahu, cuya supervivencia política depende de la destrucción de Gaza, ha asfixiado la franja durante dieciséis años.
La agresión de Israel se ha visto facilitada por la ignorancia de Estados Unidos.
La incapacidad de los gobiernos europeos y la indiferencia de los signatarios árabes en normalizar los acuerdos con Israel han contribuido a la situación.
Conclusión: Los últimos seis meses han seguido con intensos conflictos, con deficiencias en la aplicación de la IA y un sesgo político global aparente que complica la promoción de la paz.