Kharkiv, la segunda ciudad de Ucrania, enfrenta una devastación constante debido a los bombardeos diarios de Rusia.
Las infraestructuras energéticas de la ciudad están siendo sistemáticamente destruidas, lo cual amenaza con dejar a la ciudad sin calefacción.
A pesar de la fuerte resistencia, la táctica actual de Rusia parece ser hacer que la ciudad sea inhabitable para forzar a sus habitantes a abandonarla.
Las fuerzas ucranianas están en desventaja numérica y agotadas, esperando refuerzos que están llegando con dificultad.
La economía rusa se mantiene firme, a pesar de las sanciones impuestas por occidente, gracias a la evasión de las mismas por parte de ciertos países, incluyendo China.
Ucrania se encuentra en una carencia de medios de defensa antiaérea.
El general Christopher Cavoli ha declarado que Ucrania no puede enfrentar la situación sola, y que Rusia sigue constituyendo una amenaza existencial para el país.
Se necesita urgentemente un apoyo militar adicional para Ucrania, y Europa está trabajando en la recopilación de recursos.
En EE.UU., ciertos miembros del partido Republicano están bloqueando la ayuda financiera prometida por la administración Biden.
Conclusión: Es vital poner fin a las demoras en la asistencia a Ucrania para evitar el colapso y contrarrestar la amenaza rusa. Las sanciones a Rusia no han sido suficientemente efectivas y la ayuda adicional parece ser insuficiente y/o tardía.