Vladimir Putin fue reelecto para un quinto mandato presidencial el 17 de marzo.
Una semana después, un atentado en el Crocus City Hall dejó 144 muertos, el peor acto terrorista en Rusia en dos décadas.
El atentado fue reivindicado por el Estado Islámico en Khorasan, pero Putin intentó establecer una conexión con Ucrania sin implicar a Kiev.
El atentado contradice la narrativa de Putin de que el único desafío existencial de Rusia proviene del enfrentamiento con Occidente.
La advertencia de los Estados Unidos sobre una inminente amenaza terrorista fue ignorada por las autoridades rusas.
El atentado evidencia que las libertades en Rusia han sufrido bajo un régimen represivo que no ha proporcionado la debida protección.
Conclusión: El ataque, prueba de la continua amenaza del terrorismo y del fracaso del régimen de Putin para anticiparse y proteger a sus ciudadanos, significa un revés profundo para el Kremlin.