El artículo discute la complejidad del tema de la 'ayuda en fin de vida', que mezcla una serie de aspectos muy personales y emocionales con necesidades societales.
A pesar de la complejidad, una mayoría impresionante de la población francesa (90%) apoya las prácticas de eutanasia o suicidio asistido.
El actual presidente Emmanuel Macron ha tenido el valor de abrir más el debate y propuso en un proyecto de ley que presenta la eutanasia como una opción.
El texto propuesto, no obstante, no está exento de críticas, y algunos argumentan que es demasiado complicado y la definición de 'pronóstico vital comprometido' es muy incierta.
Los miedos persisten ante las posibilidades de que el proceso se implemente de manera que pueda desalentar a las personas de recibir cuidados paliativos.
Conclusión: Es esencial que los legisladores tomen tiempo para debatir completamente este posible cambio en la legislación y que consideren todas sus implicaciones en la población.