Los resultados electorales del 8 de febrero en Pakistán no se esperan con esperanzas de mejorar su vida cotidiana para muchos ciudadanos.
La elección ha estado dominada por el arbitrio, evidenciado por las suertes de los ex Primeros Ministros, Imran Khan y Nawaz Sharif.
Nawaz Sharif, quien había sido acusado de corrupción anteriormente, podría volver al poder gracias a una repentina levantamiento de su ineligibilidad.
El país está en medio de una crisis económica agravada por la alta inflación y el desempleo, y depende del Fondo Monetario Internacional.
El impacto del cambio climático, evidenciado por las inundaciones de 2022, también es un desafío que enfrenta el país.
El poder civil en Pakistán se encuentra a la sombra de los militares, afectando la legitimidad de las elecciones.
Conclusión: La situación política actual en Pakistán refleja la falta de legitimidad, una economía débil, y los serios desafíos del cambio climático. Sería crucial para el futuro del país establecer una democracia sólida y justa y enfrentar eficazmente sus desafíos económicos y ecológicos.