Trump ha torcido con éxito las reglas del Partido Republicano.
Eligió no participar en debates democráticos de la primaria presidencial.
Trump está esquivando varias demandas judiciales, esperando retrasar el juicio hasta después de la elección.
El mayor caso en su contra recibió un golpe el 6 de febrero al negar su inmunidad presidencial.
Los jueces consideraron que la posición de Trump estaría provocando un colapso del sistema de separación de poderes.
La Suprema Corte podría invalidar la decisión de dos estados, Colorado y Maine, de excluir a Trump de las elecciones debido a su papel en el asalto del Capitolio.
Los juicios contra el ex presidente son imperativos para que los votantes puedan formar su propio juicio.
Conclusión: Trump está empeñado en la venganza y su teoría de conspiración sobre una "elección robada" se ha convertido en un mantra destructivo para la democracia americana.