Existe una urgencia para evitar que Rafah, en el sur de la Franja de Gaza, se convierta en un infierno debido a las guerras lideradas por el Primer Ministro israelí, Benyamin Nétanyahou.
El intento de Israel de erradicar a Hamas ha llevado a la muerte de alrededor de 30,000 personas, y ha obstaculizado la liberación de los rehenes israelíes en Gaza.
Los aliados de Israel se oponen a la violencia en curso, pero su falta de acción amenaza su propia reputación moral.
La estrategia del Presidente Joe Biden de dejar a Israel actuar primero para luego lanzar una iniciativa diplomática importante está resultando contraproducente.
La estrategia israelí de impedir la ayuda humanitaria predice las dificultades de reconstrucción una vez que termine el conflicto.
Conclusión: La situación en Rafah puede ser vista como un símbolo de la falla de Occidente en su manejo de la conflictiva relación israelí-palestina. El verdadero objetivo debería ser apartar a Hamas mediante la construcción de un horizonte político.