Georgia está siendo testigo de manifestaciones a raíz de la suspensión del proceso de adhesión a la Unión Europea (UE).
La represión contra los manifestantes y periodistas ha sido violenta, con arrestos y ataques.
Los manifestantes, apoyados por la presidenta pro-europea, Salomé Zourabichvili, acusan al gobierno de querer mantener al país en la esfera de influencia rusa.
Piden nuevas elecciones y rechazan los resultados de las últimas, alegando irregularidades.
Los países de la UE han condenado la violencia y han instado a Georgia a retomar el camino hacia Europa, pero están divididos sobre si apoyar nuevas elecciones.
Rusia ha advertido que usará todos los medios para impedir su 'derrota estratégica' y se sospecha que está detrás de las manipulaciones electorales en Moldavia, Georgia, y recientemente en Rumania.
Conclusión: La falta de una respuesta firme de la UE podría alentar a Rusia a continuar su estrategia de interferencia, no solo en Georgia, sino también en otros lugares.