Michel Barnier, en su declaración de política general, presentó un estilo comprometido con el diálogo y el respeto, evitando la inmovilidad.
Barnier se distanció de Emmanuel Macron a través de su elogio a los asociados sociales y las collectividades locales.
Se confirmó un aumento en la fiscalidad para las grandes empresas que generan grandes beneficios y una 'contribución excepcional' de los más afortunados.
Barnier enfocó la gestión del asunto de Nueva Caledonia, aplazando la reforma del cuerpo electoral y las elecciones locales.
En inmigración, abogó por un enfoque firme pero pragmático, contrastando con la peligrosa ofensiva de su ministro del interior, Bruno Retailleau.
Barnier se mantuvo vago en la mayoría de los temas y sus márgenes de maniobra política son limitados.
Conclusión: Barnier ha esbozado una visión política que se distancia de Macron y prioriza el diálogo, una mayor fiscalidad para los ricos, y un enfoque pragmático en inmigración. Sin embargo, la falta de detalles y margen de maniobra puede plantear desafíos para su mandato.