El estilo del discurso político de Gabriel Attal es ofensivo, ritmado y tranchado.
Attal evita pedir un voto de confianza, sugerido por el hecho de que carece de una mayoría absoluta en el Parlamento.
Evita asociar su nombre a leyes significativas, centrándose en cambio en anuncios concretos sobre temas como la vivienda y la salud.
Attal no se distingue del presidente Emmanuel Macron y mantiene una postura de continuidad de la acción desde 2017.
Las nuevas direcciones bajo Attal incluyen el trabajo, la soberanía, la autoridad, y una defensa de las clases medias.
El desafío de Attal incluye contener el aumento de Le Pen y la crisis agrícola.
El ala izquierda está en desacuerdo con la administración de Attal, marcada por la ley de inmigración.
Attal anuncia la eliminación de la subvención de solidaridad para desempleados, y considera la vivienda para las clases medias en términos de alojamiento social.
Conclusión: La administración de Gabriel Attal representa una dirección de continuidad, con énfasis en el trabajo, la autoridad y las clases medias, pero amenaza con alienar a la izquierda.