Francia registra por primera vez menos de 700 000 nacimientos desde la Segunda Guerra Mundial.
La tasa de fecundidad ha caído a 1,68 hijos por mujer en edad reproductiva.
Numerosos factores contribuyen a la reducción del deseo de tener hijos, como shocks económicos, sanitarios y geopolíticos, la falta de asistencia universal y de viviendas asequibles para jóvenes matrimonios.
Cientos demográficos se niegan a tomar estas tendencias como indicativo de un 'invierno demográfico'.
Macron ha prometido un 'reenfoque demográfico' e intensificar la lucha contra la infertilidad.
El declive de la tasa de fecundidad está acelerando el envejecimiento de la población francesa.
Esta disminución en los nacimientos y el aumento de la esperanza de vida plantean desafíos importantes para el financiamiento del sistema de protección social en Francia.
Conclusión: Ante un envejecimiento creciente de la población y el decremento de la tasa de natalidad, es necesario un debate ilustrado sobre alternativas como la inmigración y una redistribución equitativa de las contribuciones para preservar el sistema de protección social.