Los ataques estadounidenses y del Reino Unido contra los milicianos yemeníes en Enero fueron probablemente inevitables debido a las múltiples agresiones en el Mar Rojo.
Las repetidas agresiones houtíes son justificadas por ellos mismos en nombre de la solidaridad con la causa palestina.
Estados Unidos se ve obligado a un equilibrismo geopolítico, ya que sus medidas contra los houthistas alimentan una retórica que critica su papel y el de Israel en la región.
Los intentos estadounidenses de prevenir estos ataques han mostrado obstáculos significativos, evidentes en la respuesta naval.
Arabia Saudita expresa su miedo a una escalada de conflicto que solo llevaría a más pérdidas.
Cualquier derrape en la situación beneficiaría a Irán, que apoya militarmente a los houthistas.
Los yemeníes, atrapados en una guerra civil durante más de una década, no serían exentos de las consecuencias de una interrupción de la navegación en el Mar Rojo.
Conclusión: La situación en la región ha evidenciado un aumento considerable de la inestabilidad, exacerbada por la guerra de Gaza. Las tensiones actuales refuerzan la urgencia de detener los conflictos en favor de los civiles inocentes afectados.