La Unión Europea y el Reino Unido están reconstruyendo sus relaciones en respuesta al cambio en el orden global y la creciente división transatlántica.
Los beneficios del Brexit resultaron ser más retóricos que reales, con la vida empeorando para los británicos y el gobierno soportando las consecuencias.
El gobierno de Keir Starmer ha decidido reiniciar las relaciones con la UE, empezando nuevas vías de cooperación.
El acuerdo firmado en Londres abarca defensa, comercio, movilidad juvenil y pesca.
Los productos del Reino Unido con componentes animales o vegetales verán reducidos los controles sanitarios y fitosanitarios, facilitando el comercio.
El Reino Unido podría unirse a las misiones militares de la UE y beneficiarse del fondo de defensa de la UE.
No se llegó a un acuerdo sobre cómo combatir la migración ilegal, un tema prioritario para Starmer.
Las relaciones se han rediseñado en respuesta a los cambios en el orden global y la inestabilidad mundial.
Conclusión: El divorcio Brexit es irreversible, pero ambas partes buscan redefinir sus relaciones y trabajar juntos para enfrentar problemas comunes.