Se aprobó el Pacte Nacional per la Llengua, con el objetivo de incorporar 600.000 nuevos catalanohablantes para el 2030.
El pacto recibe respaldo social mayoritario de partidos como el PSC, ERC y Comuns, y de entidades importantes como Òmnium Cultural o la Plataforma per la Llengua.
PP y Vox se opusieron al pacto, lo cual no representó una novedad. Sin embargo, es sorprendente que Junts y la CUP, dos formaciones independentistas, también lo rechazaron.
El catalán es la lengua habitual única sólo para el 32,6% de la población de Catalunya de 15 o más años, lo que subraya la necesidad de medidas para proteger la lengua.
Conclusión: Ante el retroceso de la lengua catalana, es necesario que todos los partidos y entidades catalanistas apoyen las medidas y pactos para defenderla, aún cuando estos incluyan a entidades rivales.