Carlos Mazón renuncia como presidente de la Generalitat Valenciana, teniendo problemas de reputación por su manejo de la fatal inundación que tuvo lugar en octubre de 2024.
Las alertas de emergencia se enviaron demasiado tarde a los ciudadanos durante la inundación, lo que resultó en 229 muertes.
Su inacción para esclarecer sus acciones durante el día de la inundación y su falta de interacción con las familias de las víctimas han impulsado un movimiento cívico en su contra.
A pesar de admitir errores en su gestión de la crisis, Mazón sigue señalando a las agencias meteorológicas gubernamentales y a la oposición política.
Mazón se retira disfrutando de la inmunidad legal y todavía ejerciendo como diputado autonómico.
El sucesor de Mazón debe ser elegido rápidamente y contar con el respaldo de la formación política Vox, mientras que los partidos progresistas están pidiendo elecciones anticipadas.
Conclusión: La salida de Mazón debido a su mala gestión de la crisis de la inundación deja tras de sí una región en crisis política y su legado se ve empañado por su incompetencia, insensibilidad y falta de elegancia.