Elon Musk, a través de Twitter, se ha convertido en una voz crítica hacia la ideología denominada 'woke'.
Se dice que Musk es inconsistente, errático y cambiante políticamente, y sus posturas ahora se alinean más con la extrema derecha.
Musk persigue a los políticos del establishment y busca promover a populistas de extrema derecha y outsiders.
Musk, dueño de empresas como Tesla, promueve partidos ultras y se entromete en la política interior de estados internacionales, desde Australia hasta la Unión Europea.
Se teme que el uso de su red social pueda favorecer ideologías de extrema derecha, populistas y xenófobas.
Políticos europeos denuncian la injerencia de Musk.
La última interferencia de Musk ha sido en Italia, donde la empresa SpaceX podría proporcionar comunicaciones encriptadas al gobierno italiano.
Los contratos de Musk con gobiernos extranjeros pueden causar conflictos con proyectos locales y de la Unión Europea.
Conclusión: El papel de Musk en la política internacional es cada vez más preocupante, con riesgos de favorecer ideologías de extrema derecha, la manipulación de la opinión pública y la interferencia en la integridad de las infraestructuras de telecomunicaciones de otros países.