La Unión Europea ha sido la primera en regular el uso de la inteligencia artificial (IA) para mitigar riesgos, aunque Estados Unidos invierte más en su desarrollo.
Estados Unidos ha comenzado a implementar IA a gran escala en sus organizaciones y empresas, generando eficiencia y reducciones de costo.
El informe Draghi destaca que mejorar la productividad y la eficiencia es un desafío pendiente para la UE. Esto requiere mayor implementación de IA.
El Tribunal de Cuentas de la UE advirtió insuficiente inversión en IA y la falta de coordinación entre la Comisión Europea y los Estados miembros.
Las inversiones de la UE no garantizan la creación de un ecosistema europeo de IA, debido a la burocracia de las instituciones y la falta de interés de las empresas y gobiernos.
La utilización de la IA puede reducir los costes empresariales en un 20% y un 40%.
Conclusión: Europa debe acelerar la implementación y el uso de la IA para mejorar su competitividad y no quedarse rezagada frente a Estados Unidos. Esta tecnología es inevitable y su expansión beneficiará la economía en términos de productividad y eficiencia.