Israel ha infligido un castigo severo a la milicia Hizbulah a través de una serie de detonaciones de sus aparatos de comunicación.
Esta operación es un golpe de efecto y de prestigio para Israel.
La operación puede agravar el riesgo de una escalada regional en la guerra.
Hizbulah, que cuenta con fuertes vínculos con Irán, ha sido un interesante objetivo militar para Israel.
El ataque se llevó a cabo en Líbano, un estado con una economía y política débil, a pesar de que su soberanía está en papel.
Conclusión: Las próximas horas serán cruciales para saber si esta operación alivia o agrava la espiral bélica. La comunidad internacional debe centrarse en sofocar este nuevo conflicto y evitar la expansión de la guerra más allá de la Franja de Gaza.