Los precios en España subieron un 2,8% en julio en comparación con los doce meses anteriores, ligeramente por encima de la media de la zona euro.
La inflación subyacente en julio se igualó con la tasa general del IPC (2,8%).
El crecimiento económico en España es mayor que en el resto de los grandes países de la eurozona lo que indica una economía robusta capaz de ajustar sus costes y mantener la competitividad.
La disminución de los precios de la electricidad fue un factor determinante en la moderación de los precios.
La eliminación del IVA sobre el aceite de oliva redujo en un 1,1% el aumento del precio de los alimentos.
La inflación por debajo del 3% podría crear una coyuntura positiva para aumentos salariales.
El Banco Central Europeo puede continuar bajando las tasas de interés si se contiene el incremento de precios en España y en el resto de la eurozona.
Conclusión: A pesar de la inflación, los datos económicos presentados indican una evolución positiva de la economía española. Sin embargo, las condiciones geopolíticas y los cambios en los costes energéticos pueden influir en los futuros desarrollos económicos.