El Tribunal Supremo ha condenado la ley de Amnistía aprobada por el Congreso el pasado 30 de mayo.
El Tribunal Supremo considera que lo sucedido fue un golpe de Estado y nos encontramos ante una amnistía permanente revisable.
A pesar de la ley de Amnistía, se cuestiona la posibilidad de normalización de la vida pública en Catalunya debido al debilitamiento del independentismo.
La ley de Amnistía es una necesidad para el PSOE para permanecer en el poder y la decisión final está en manos del Tribunal Constitucional.
El papel del Tribunal Supremo es criticado por una aparente actitud de revancha contra el Ejecutivo y olvidar el deseado retorno a la normalidad en Catalunya.
Conclusión: Es necesario que el Tribunal Constitucional actúe con rapidez para establecer la validez de la ley de Amnistía y permitir que España mire hacia el futuro.