Varios países occidentales permiten a Ucrania utilizar armas suministradas para defenderse atacando territorio ruso.
Sin embargo, se precisa que no es un cheque en blanco y el uso de armamento debe limitarse a acciones de contraataque.
España e Italia, entre otros, no permiten el uso de sus armas en terreno ruso.
Genera temor el riesgo de que el uso del armamento desencadene represalias rusas e involucre a la OTAN directamente en el conflicto.
El presidente Putin advierte sobre graves consecuencias, incluida la amenaza velada de represalias nucleares.
Conclusión: La autorización del uso de armas en el territorio ruso es una decisión política delicada y potencialmente escalonante que plantea tanto la perspectiva de una defensa más efectiva de Ucrania como el riesgo de una respuesta dura y desproporcionada por parte de Rusia.