El Estado de las autonomías de España está funcionando sin aprovechar su plena capacidad debido a un sistema de financiación desequilibrado y anticuado.
El fracaso en revisar y equilibrar las normas económicas y financieras que rigen a las comunidades autonómas es considerado un gran fracaso colectivo de la democracia española.
Los sucesivos parches financieros no proporcionan la estabilidad necesaria, y los ciudadanos son los perjudicados sobre todo en aspectos básicos como la sanidad, la educación y los servicios sociales.
El consenso político es esencial para el establecimiento de un sistema de financiación sólido, pero las diferencias entre el PSOE y el PP hacen esto difícil.
Catalunya es una de las autonomías más perjudicadas y propone una financiación singular para poner fin a las discriminaciones económicas y al déficit fiscal.
El presidente del Gobierno ha ofrecido quitar una parte de la deuda pública de Catalunya pero esto es sólo otro parche financiero.
Conclusión: El actual sistema de financiación autonómico no es transparente, equitativo ni eficiente y esto representa un obstáculo para el progreso económico y el bienestar social de todos. Es urgente renovarlo.