La transición hacia un modelo energético des-carbonizado, principalmente libre de combustibles fósiles, es el principal desafío al que se enfrenta el mundo para combatir el calentamiento del planeta.
Más de la mitad de la demanda del sistema eléctrico de España en 2023 se cumplió con la generación de energías renovables, gracias a un fuerte impulso en la implementación de energías renovables.
La transición energética puede brindar autosuficiencia energética a bajo costo a España, basándose en sus propios recursos naturales como el sol y el viento.
El gobierno estima que la transformación energética puede proporcionar un crecimiento del PIB del 2.5% y generar medio millón de empleos hasta 2030.
Se necesita un sistema de precios que garantice el retorno de la inversión para las nuevas inversiones necesarias en energía fotovoltaica o eólica.
Es necesario corregir el problema de la excesiva oferta de energía renovable con la lenta demanda
España continuará dependiendo de fuentes de energía externas a medida que el gas natural se mantendrá como fuente energética para compensar la inestabilidad de la producción de energías renovables.
Conclusión: A pesar de los desafíos, la transición hacia un nuevo modelo energético es inevitable y esencial para el futuro sostenible. La cooperación público-privada y la conciencia social jugarán un papel clave en este proceso.