La Generalitat de Catalunya está preocupada por la sequía y la crisis climática.
Se destinaron 1.045 millones de euros de los presupuestos de 2024 para aliviar las consecuencias de la falta de precipitaciones.
Estos fondos se destinarán a desalinizadoras, mejoramiento de la red para evitar fugas, entre otros.
Hubo críticas a los anteriores gobiernos por la carencia de inversión estratégica en recurso hídricos.
Hay descontento sobre las restricciones de agua y dependencia de la desalinización.
Las fuerzas de la oposición propusieron proteger el sector productivo y empresarial, mientras otros propusieron restricciones de agua al sector turístico.
Conclusión: La editorial evidencia la falta de consenso político en Catalunya frente a crisis apremiantes como la sequía y el cambio climático, a pesar de la gravedad de la situación.