Donald Trump ha ganado la Casa Blanca por segunda vez, con un amplio margen y a pesar de las encuestas que pronosticaban un conteo incierto.
Su victoria fue incontestable, obteniendo votos electorales en tres de los siete estados fronterizos, y ganando el voto popular por casi cinco millones de votos.
La victoria de Trump reafirma el papel de las compañías tecnológicas, análisis de datos y redes sociales en la campaña electoral.
Su triunfo puede acelerar la erosión existente entre EE.UU. y el mundo, y la crisis de legalidad internacional, del multilateralismo.
El Partido Demócrata sufrió una gran derrota, evidenciando una mala planificación de la campaña desde el principio.
EE.UU. entra en una nueva etapa alejada de los estándares democráticos donde la democracia y el Estado de derecho pasan a un segundo plano.
Conclusión: El triunfo de Trump marcará una etapa de incertidumbre y potencial autoritarismo, afectando no sólo a EE.UU., sino al orden mundial. Su victoria refleja un cambio en la sociedad estadounidense que prioriza un líder fuerte y medidas de seguridad en lugar de los estándares democráticos.