Los coches eléctricos de China dominan el mercado europeo debido a su menor coste y calidad similar.
El crecimiento chino amenaza la industria automotriz europea en su transición hacia la movilidad eléctrica.
Existe el riesgo de una guerra comercial entre la Unión Europea y China.
La Comisión Europea descubrió que las subvenciones estatales son el motivo de la ventaja competitiva china.
Para equilibrar la competencia, se propuso un arancel de hasta el 35,3% a las importaciones chinas.
La decisión sobre la aplicación de los aranceles no fue ratificada por la mayoría de los países de la UE.
La Comisión Europea tiene el poder de implementar los aranceles durante cinco años, pero desea agotar al máximo las negociaciones.
La falta de unidad en la UE debilita su posición negociadora.
Un acuerdo comercial con China antes del 30 de septiembre es crucial para evitar una guerra comercial.
Conclusión: La UE se enfrenta a una elección crítica entre implementar aranceles protectores o subvencionar la fabricación de vehículos eléctricos para salvaguardar la industria automotriz y el futuro de la movilidad eléctrica de Europa.