Cataluña se enfrenta a una grave escasez de lluvias, lo que ha agotado los embalses de las cuencas internas.
Pronto, la Generalitat podría declarar el estado de emergencia por sequía en el área de Barcelona y en el sistema de abastecimiento Ter-Llobregat.
La escasez de agua puede llevar a la aplicación de restricciones severas que afectarán a la mayoría de la población catalana.
La falta de inversión y la lentitud en aplicar las reformas necesarias han exacerbado el problema.
Las responsabilidades del problema no son exclusivas del actual govern y los ayuntamientos, pero también de los anteriores.
Conclusión: La gravedad de la situación actual podría ser el impulso definitivo para tomar todas las medidas necesarias para enfrentar en mejores condiciones las sequías del futuro.