Pedro Sánchez lleva siete años en La Moncloa, cercano a alcanzar el tiempo de otros líderes políticos.
Tiene viento a favor en lo económico, pero la tensión política actual podría afectar.
Hay evidentes signos de desgaste en su Gobierno, relacionados más con la inestabilidad de su mayoría parlamentaria y la falta de Presupuestos.
El caso Ábalos y el de la militante Leire Días representan problemas internos que necesitan ser resueltos.
La hoja de ruta para enfrentar este desgaste incluye coherencia, estrategias anticipatorias y cambios orgánicos.
Políticas polarizantes como el sanchismo y antisanchismo no benefician al país.
El PP ha utilizado la táctica de desviar la atención del vacío de sus propias políticas acusando al Gobierno de Sánchez.
Conclusión: En resumen, el Gobierno de Sánchez muestra signos de desgaste pero sigue avanzando a pesar de las tensiones tanto internas como externas. Pero también se necesita una respuesta consistente y significativa de la oposición, y no solo críticas destructivas.