El gobierno ultraderechista de Benjamin Netanyahu ratifica la ocupación del territorio palestino, creando un obstáculo insuperable en la búsqueda de una paz justa y violando la legalidad internacional.
Netanyahu ignora las resoluciones de las Naciones Unidas y mantiene la ocupación militar a pesar de las consecuencias, ya se cumplan o no los objetivos originales de la guerra.
Una grave pérdida humana en Gaza, con un coste estimado de más de 50.000 vidas, es el resultado de los ataques del ejército israelí.
Millares de reservistas son llamados para la ocupación militar permanenta e implican el desplazamiento de miles de refugiados palestinos.
Netanyahu ejerce su estrategia mortífera sin presión para cesar sus acciones, y ignora cargos por fraude y abuso de poder.
Conclusión: Se trata de una situación compleja en donde los principales dañados son el pueblo palestino y la paz en la región. Ello se ha agravado tras la decisión de Netanyahu de mantener la ocupación permanente, causando más violencia y violaciones de los derechos humanos, y fortaleciendo su proyecto político a costa del sufrimiento de los palestinos.