El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, ha intensificado su proyecto autoritario.
Ha enviado una iniciativa al Parlamento para asfixiar a las ONG mediante retenciones del 30% de sus ingresos, inspirándose en políticas similares de Putin (Rusia), Maduro (Venezuela) y Ortega (Nicaragua).
Bukele acusó a las ONG de estar detrás de una protesta campesina y ordenó la intervención militar.
Su lucha contra las pandillas ha aumentado su popularidad, con índices de aceptación superiores al 80%.
Apoyado por Trump, Bukele rechaza cualquier tipo de control, a pesar del grave deterioro de los derechos humanos y las libertades en El Salvador.
Conclusión: El gobierno de Bukele se está volviendo cada vez más autoritario, buscando asfixiar a las ONG y rechazando la supervisión, lo cual presenta serias preocupaciones sobre el estado de las democracias y los derechos humanos en El Salvador.