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Editorial: El País

  • Grandes firmas financieras de EE. UU. dan marcha atrás en compromisos medioambientales en respuesta a la presión del Partido Republicano.
  • Se han distanciado de Climate Action 100+, el mayor colectivo de inversores que busca reducir las emisiones contaminantes.
  • Las empresas justifican su alejamiento diciendo que la ley les obliga a buscar el interés financiero de sus clientes, temiendo problemas legales.
  • La hostilidad contra los criterios de inversión sostenibles (ESG) puede penalizar las empresas políticamente, llevándolas al 'silencio ecológico'.
  • El compromiso con la causa climática es cuestionado a medida que las grandes firmas rehuyen medidas concretas.
  • Las firmas europeas carecen de la potencia financiera de Wall Street y su capacidad de influir en las empresas contaminantes.
  • La sostenibilidad puede pasar a la clandestinidad en EE. UU. con una posible victoria de Trump en las elecciones.

Conclusión: La inversión sostenible enfrenta fuertes desafíos en los Estados Unidos debido a la presión política y legal, amenazando compromisos climáticos y la lucha contra el cambio climático.