El narcotráfico en el Estrecho ha crecido hasta desafiar abiertamente a las fuerzas de seguridad y infiltrarse en una sociedad con alto desempleo.
La autoridad del Estado no existía en el puerto de Barbate durante el incidente, lo que evidencia un fracaso colectivo de décadas.
Las fuerzas de seguridad y las autoridades judiciales advierten sobre la creciente osadía y violencia de las mafias y la insuficiencia de medios para combatirlas.
El Ministerio del Interior necesita invertir con urgencia en la modernización de las embarcaciones para enfrentar a los narcotraficantes.
Además de las inversiones, se necesita reforzar la justicia para evitar la impunidad y implementar cambios penales para perseguir actividades relacionadas con el narcotráfico.
Conclusión: La situación en el Estrecho requiere una acción inmediata y determinada de todos los poderes del Estado para enfrentar el narcotráfico y garantizar la seguridad.