España sufre una epidemia estacional de virus respiratorios, incluyendo gripe A, que está colapsando los centros de salud y tensionando los hospitales.
El sistema sanitario español, aunque eficaz durante la pandemia, sufre deficiencias estructurales, especialmente en atención primaria, evidentes en situaciones de crisis.
Un déficit crónico de profesionales y la pérdida de médicos de familia en los últimos años está exacerbando la crisis.
Muchos de los casos no requieren atención especializada, sugerente de la necesidad de una mayor educación para la salud entre la ciudadanía.
Las bajas tasas de vacunación y la mala gestión de las bajas laborales están contribuyendo al empeoramiento de la situación.
Se propone la generalización del uso de mascarillas y otras medidas de salud pública.
Conclusión: Para combatir la crisis, es esencial reforzar los servicios de salud pública, mejorar la gestión de bajas laborales, implementar medidas profilácticas como el uso obligatorio de mascarillas y apoyar a los trabajadores sanitarios, cuyas condiciones laborales han empeorado debido a la sobrecarga de trabajo.