La posibilidad de que Donald Trump sea candidato por tercera vez del Partido Republicano está aumentando.
Su apoyo en la cita inicial del partido en Iowa fue del 51%, más que todos sus oponentes combinados.
A pesar del estigma asociado a su personalidad y su pasado político, parece gozar de un amplio apoyo en la base republicana.
La victoria en Iowa no garantiza la nominación republicana, dada su relativa inconsecuencia en el panorama político global de Estados Unidos.
No existe una alternativa creíble a Trump en este momento, aunque personajes como Ron DeSantis y Nikki Haley están apareciendo como posibles contendientes.
La división en el Partido Republicano puede permitirle a Trump asegurar la nominación, como ocurrió en 2016.
Trump es visto como un riesgo para la democracia, motivado por la venganza y la evasión de la justicia.
La mitad del Partido Republicano debe unirse en torno a una alternativa a Trump para desafiar su dominio.
Continuas derrotas electorales moderadas pueden llevar a los republicanos a una crisis.
Conclusión: El tiempo para evitar otro ciclo de Trump como el candidato presidencial principal está disminuyendo. El Partido Republicano debe unirse en torno a una alternativa o arriesgarse a una mayor erosión de su influencia política.