Los mensajes intercambiados entre Pedro Sánchez y José Luis Ábalos sugieren una relación cercana que cuestiona la posibilidad de desvinculación de Sánchez de las acciones de Ábalos, ahora en investigación.
Los mensajes también evidencian una lucha interna en el PSOE, donde Sánchez buscaba moldear al partido a su gusto, lo cual causó discrepancias con otros líderes debido a su decisión de pactar con partidos independentistas.
Sánchez y Ábalos intentaron anular cualquier discrepancia interna en el PSOE, utilizando tácticas de intimidación contra otros líderes del partido.
En un proceso exitoso de radicalización de su propio partido, Sánchez logró mantener el control, a pesar de las críticas y el desacuerdo en el terreno de los principios.
Los mensajes intercambiados con el ex vicepresidente Pablo Iglesias revelan discordancias internas en un Gobierno de coalición que promovió una política divisiva.
Conclusión: La orientación de poder personalista, verticalista y contraria a los contrapesos impuesta por Sánchez en el PSOE y en su gobierno ha causado divisiones y desacuerdos, afectando negativamente a todo el país.