El gobierno minoritario de Pedro Sánchez muestra signos de parálisis durante su primer año legislativo.
Sólo ha logrado aprobar cinco leyes, evidenciando dificultades para alcanzar acuerdos con sus socios parlamentarios.
Las concesiones a ERC y Junts han sido claves para mantener la estabilidad gubernamental.
El bloque que invistió a Sánchez está mostrando relaciones tensas, ralentizando la reforma.
El Gobierno está demostrando una creciente dependencia del chantaje de Junts.
El PSOE tiene planes de reformar la Ley Orgánica de Financiación de las Comunidades Autónomas (LOFCA), lo que podría romper la solidaridad interterritorial.
La viabilidad de la legislatura sigue siendo incierta a pesar de las concesiones al independentismo.
Conclusión: El primer año legislativo de Sánchez se caracteriza por una parálisis governamental, una interdependencia inédita con ERC y Junts, y una agenda de reformas enlentecida. El futuro de la legislatura parece incierto dado el tensionado clima político.