El Banco Central Europeo ha iniciado un proceso de relajación crediticia después de ocho años sin bajar los tipos.
Esta reducción, a pesar de ser sutil, podría beneficiar a la economía de las familias y empresas.
El objetivo de estabilidad para finales de 2025 se mantiene firme.
La inflación ha caído a la mitad desde su pico del 10,6% en 2022.
El repunte de mayo aún alienta tensiones.
El mercado predice más rebajas de las tasas que podrían significar ahorros para la clase media española.
Conclusión: La relajación crediticia puede aliviar la presión económica, sin embargo, la prudencia sigue siendo necesaria debido a las tensiones inflacionarias persistentes.