El reconocimiento del Estado palestino debe ser el resultado de un acuerdo negociado, no de una decisión partidista.
Pedro Sánchez ha tomado una postura polarizadora, llevando su política doméstica a la arena internacional.
El anuncio del reconocimiento oficial de Palestina el próximo 28 de mayo ha creado tensiones con Israel.
Este movimiento podría ser interpretado como un intento de Pedro Sánchez de movilizar el voto de izquierda.
Hay más incertidumbres que certezas en torno al hipotético Estado Palestino, incluyendo sus fronteras y su liderazgo.
La prioridad debe ser un cese al fuego que permita la entrada de ayuda y la liberación de rehenes israelíes.
Conclusión: La decisión de Sánchez de reconocer a Palestina parece ser una táctica electoral más que una genuina búsqueda de la paz en el Medio Oriente. Los detalles del Estado Palestino son inciertos, y la situación necesita enfocarse primero en la ayuda humanitaria y la seguridad.