La empresa en el centro del caso Koldo recibió el aval de la ex mandataria balear, Francina Armengol.
Los correos internos de los funcionarios del gobierno de las Islas Baleares muestran favoritismo por parte de la dirigente socialista hacia la trama de Koldo.
Armengol pagó 3,7 millones de euros por mascarillas defectuosas a pesar de haber detectado previamente que era una estafa.
El caso tiene repercusiones directas en la tercera autoridad del estado, que ahora tiene que asumir sus responsabilidades.
Revelaciones recientes erosionan la autoridad de Pedro Sánchez y la estabilidad del Gobierno a medida que se acerca la recta final de la negociación con Junts sobre la Ley de Amnistía.
Conclusión: El escándalo ha revelado favoritismo y gasto de fondos públicos en negocios fraudulentos, poniendo a prueba la estabilidad del gobierno y exigiendo responsabilidad de sus representantes.