- Se han aflorado casi 300.000 funcionarios en el último recuento, lo que evidencia un descontrol administrativo.
- Esto no solo incrementa la nómina del personal pagado por el erario, sino también afecta el funcionamiento de las administraciones.
- Una mala contabilización entorpece la gestión eficiente y distribución de recursos.
- De estos 300.000, 220.000 son trabajadores temporales con contratos de menos de seis meses.
- El gobierno tiene el compromiso con la UE de reducir la tasa de temporalidad al 8%, que actualmente está al 31,3%.
- Las entidades autonómicas y las corporaciones locales también deben tomar conciencia y gestionar este problema.
Conclusión: Se necesita un ejercicio de realismo y la adopción de criterios de eficiencia que se han aplicado en el sector privado.